Hace casi dos meses se destapó un problema de violencia y agresión sexual en el ámbito forense mexicano liderado por Vladimir Ramírez, quien era uno de los directores del Instituto Internacional de Criminología y Criminalística, una de instituciones más prestigiosas del ámbito forense latinoamericano y que actualmente preside la Federación Mexicana de Criminología y Criminalística.
A través de redes sociales, varias mujeres, entre ellas jovenes estudiantes, denunciaron su modus operandi, que supuestamente consistía en el acoso sistemático a través de aplicaciones de mensajería instantánea y que delata la impunidad con la que Ramírez habría acosado a personas allegadas a su ámbito profesional.
A través de redes sociales, varias mujeres, entre ellas jovenes estudiantes, denunciaron su modus operandi, que supuestamente consistía en el acoso sistemático a través de aplicaciones de mensajería instantánea y que delata la impunidad con la que Ramírez habría acosado a personas allegadas a su ámbito profesional.

A casi 2 meses, las autoridades no han hecho nada en contra de este sujeto, ya que, aseguran, por su poderío la carpeta de investigación continúa sin avanzar, dejando a las víctimas sin ningún tipo de defensa, tras haber vivido el acoso de este personaje.
A través de Facebook, el grupo Criminología Feminista se pronunció a favor de las víctimas y condenó que el Consejo Nacional de Instituciones de Enseñanza Criminalística (CIECRIM) dé cobijo a personas como Vladimir Ramírez.
“No queremos que un acosador sexual, machista y misógino sea parte de CIECRIM”, sentenciaron en una publicación que ya acumula decenas de comentarios de apoyo a las víctimas.
El pasado 10 de marzo, en el contexto del Día Internacional de la Mujer, la misma asociación hizo público un comunicado en el que condenaron la falta de atención a las mujeres que fueron acosadas por Vladimir Ramírez y en el que también dieron a conocer que el director de la Federación Mexicana de Criminología y Criminalística (FMCC) de haberse aprovechado económicamente de una de las víctimas, utilizando su poder para lucrar con el trabajo de otras personas en su propio beneficio.



Se sabe que colectivas feministas, así como las presuntas víctimas de Vladimir, continuarán en pie de lucha contra la impunidad de la que, al momento, ha gozado Vladimir Ramírez, que pareciera ser intocable en un pacto de impunidad en el que se encontrarían involucradas instituciones académicas y del gremio forense y criminalístico mexicano.