
El equipo de Claudio Giráldez no cesó en su intento por hacer daño. A pesar de su esfuerzo y desgaste de energía, fue el Barcelona el que se encontró con un segundo gol, de Lewandowski de nuevo, para poner las cosas patas arriba en Vigo. A pesar de ello, y con un conjunto catalán más dominante con su posesión, una jugada a toda velocidad y al ataque puso de nuevo el empate por parte de Borja Iglesias. Con un partido completamente alterado y jugándose con mucho ritmo, cuando parecía que el pitido del árbitro dictaría un empate al descanso, Lamine Yamal puso de nuevo por delante a lo visitantes. Cinco goles en una primera parte. Mucho fútbol.
