
Las interacciones entre la fauna y la flora no cesan en el invierno, pero hay que estar atento para descubrirlas. Aunque muchos vegetales ralentizan sus procesos, e incluso los detienen casi por completo, constituyen un recurso esencial para todo tipo de bichos. Al igual que las plantas, muchos animales también reducen su actividad, hasta el extremo de paralizarse, como ocurre con la diapausa de los insectos. Este proceso de letargo quizás se haya podido observar en las mariquitas, cuando en invierno se descubren decenas de estos coleópteros agolpados bajo una piedra o detrás de una jardinera, todos a la espera de que lleguen los días más cálidos. En un día de sol de diciembre y de enero, ciertas criaturas retoman la actividad si el clima es suave, y en el jardín reaparecen mosquitas, avispas, abejas. Las arañas parece que mantienen sus correrías en estas semanas, y no es raro toparse con alguna mientras se cuida de las plantas. Por aquí y por allá se descubre una araña saltadora, de la familia de los saltícidos, que hace honor a su nombre dando brincos para dar caza a un insecto desprevenido. Bajo las macetas, los colémbolos se refugian de las inclemencias, como el resto del año, y estos minúsculos habitantes del balcón pueden conservar un poco de actividad. Con sus procesos biológicos son jardineros en la sombra, ya que mejoran la tierra y los sustratos en los que se asientan las plantas.Más informaciónA algunos pulgones el frío no les importa tanto, y hay especies activas en invierno, si bien no tantas como en los meses primaverales, por supuesto. En el jardín es esencial contar con alguna población de estos áfidos, porque de esta forma las avispillas Aphidius que los parasitan estarán presentes. Estas últimas pueden hacer una diapausa en forma de pupa dentro del pulgón al que han parasitado, para salir de él cuando suban las temperaturas. Artemisas (Artemisia spp.), crisantemos (Chrysanthemum cv.), margaritas sudafricanas (Euryops spp.),… estas y otras especies vegetales suelen tener presencia de pulgones negros, ideales para mantener a sus depredadores y parasitoides. Una avispilla ‘Aphidius’ inyecta uno de sus huevos en un pulgón, para parasitarlo.seeer / Imazins (Getty Images/ImaZinS RF)Muchas aves serán protagonistas en los parques y jardines, a la búsqueda de alimento en las escasas horas de luz con las que cuentan, e incluso perderán la timidez y se acercarán más al ser humano, ante la urgente necesidad de alimentarse cuando hay menos provisiones por culpa del frío. De hecho, si se tiene una terraza ajardinada, puede que se reciba la visita diaria o esporádica de alguna de las especies que frecuentan los alrededores. Hay quienes favorecen esta interacción instalando comederos, para ayudar a estos pájaros que tantos beneficios aportan. Mosquiteros, gorriones, mirlos, petirrojos, carboneros, herrerillos, pinzones, zorzales, picogordos… Toda una cohorte emplumada añade color al jardín, al que adornan con sus reclamos, que flotan en el aire gélido.Cada especie está especializada en buscar recursos diferentes: unos, semillas; otros, insectos escondidos entre las cortezas y ramas; otros, lombrices. Estas últimas también son indispensables para la vitalidad de la tierra, y su presencia es señal de salud. El petirrojo es una de las aves más frecuentes en los parques, que llena con sus reclamos territoriales.Andrew_Howe (Getty Images)Las babosas y caracoles permanecen activos, fuera del periodo de heladas, cuando entonces se esconderán entre la vegetación o en el reborde de una maceta. Uno de sus depredadores, el caracol degollado, se mantendrá a la espera. Muchos jardineros solo lo conocen por encontrar sus caracolas truncadas vacías, aunque se trate de un animal muy útil para mantener a raya a los gasterópodos herbívoros.Un caracol espera dentro de su caracola a que pasen las heladas.Valter Jacinto (Getty Images)En una azotea, al lado de un limonero y detrás de unas cajas de madera se ha resguardado una salamanquesa. A través de una rendija se cuela un rayito de sol que impacta en su cabeza, pero este pequeño dragón siente que aún faltan unos cuantos meses para dar sus paseos por las paredes.
Los bichos en invierno: los jardineros en la sombra cuando hace frío | Estilo de vida
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